Diann Ornelas, una ama de casa resignada a la rutina y a su marido panzón que se niega a hacer ejercicio, recibe en casa a un técnico para una instalación. Pero no es cualquier técnico: es un campeón de fisicoculturismo, musculoso hasta de las orejas. Al verlo, Diann olvidó que es casada. Entre risas nerviosas y cables mal conectados, lo sedujo sin mucho esfuerzo. La instalación terminó… pero no fue precisamente del cable.
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